MAN¡FIESTO
Comparecemos juntos al grito que unifican una comunidad de sonidos. Voces con cuerpo que se alzan horizontalmente entrelazando sus manos a nuevas maneras de mirar; y su vez crear nuevos espacios de cura partiendo de la sensibilidad y la empatía. Alejados de ese lugar inhabilitado por el algoritmo financiero.
Rodamos sobre nosotras mismas como cuando lo hacíamos de niñas para alcanzarnos en la llamada y darnos ánima. El jardín de la humanidad es lo que emana de nuestro centro. Nuestro paraíso terrenal en esta sociedad cada vez menos in-habitable. Nuestros estados espirituales convergen y corresponden a diferentes estancias paradisíacas. Siempre se ha visto el reino vegetal como el principio de una era cíclica y la caída o el fin de ciclo como la ciudad in-humana, desnaturalizada, ruidosa y asfixiante. Los altos conocimientos y los dones desarrollados a través de la inteligencia son el jardín de la percepción interior. Interpretarnos a través del alma alejados de la naturaleza aumentada practicando la escucha colectiva. Símbolos, amuletos, palo santo, conciencias y palabras con cuerpo: carros, lunas, colgadas, locas, fuerzas, mundos y estrellas.
¡NHALAMOS
Desestabilizamos lo cotidiano con la energía libre receptiva de percusiones existenciales. Aquellas que desde la acción, como una tirada de cartas, promueven vivir la vida siendo la persona que realmente eres. Gente que habita la tierra de otras maneras rechazando lo impuesto o formando parte de ello; burlándolo a toda costa. Libres como aquellos que no pierden la inocencia. Psicogeografía del que observa el espacio 000000000000000..como el poeta que siente en su pie el pulso del planeta. Convergencia de sonidos, cuerpos y desplazamientos que avivan el conocimiento ancestral que como agua de la fuente todo lo cura.
ARROJAMOS